A través de un análisis de las plásticas dinámicas del alma humana, se evalúa el efecto que tiene la música sobre ella, la capacidad de los cantos para moldear el alma tanto en el nivel individual como en el colectivo. El efecto performativo de los cantos sobre el alma se atribuye luego al diálogo platónico las Leyes, forma musical que pretende competir para llevar a la juventud hacia la excelencia en alma y cuerpo. Con ello, y con el recurso a una comparación entre las Leyes y la Orestíada de Esquilo, se da sentido a la afirmación que hace el Extranjero Ateniense de la legislación (las Leyes) como la tragedia más verdadera.