Se presentan en este artículo tres principios que deberían estar presentes en una educación humanizadora: correspondencia histórico-contextual, educación abierta e integradora y educación crítica. Se necesita recuperar el verdadero sentido humano de la educación y dar lugar a una educación crítica, histórica, consciente, sensible, flexible y con un claro posicionamiento político en favor de los históricamente excluidos, para construir una educación que desarrolle todas las potencialidades del ser humano, reconociendo su compleja multidimensionalidad, su carácter humanizador, y su importancia en el proceso de socialización y transformación de la realidad, a través de acciones públicas de resistencia en los territorios, contrarrestando la empresa positivista de disminuir, fragmentar y estandarizar al ser humano y su experiencia social e histórica.