En los últimos años el mundo ha cambiado y hemos centrado nuestra atención en la supervivencia. El COVID finalmente se agota y los que sobrevivimos (al final fuimos casi todos y sigue y seguirá muriendo más gente en este país por enfermedades relacionadas con la mala alimentación y los malos hábitos en los estilos de vida) intentamos encontrar sentido en todo aquello que ha vuelto a la “normalidad”.