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A un mes de haber sufrido los embates del Huracán "Mitch", los nicaragüenses aún no terminamos de dimensionar el alcance del daño ocasionado. Por un lado, las pérdidas humanas expuestas en las cifras oficiales (más de 3000 víctimas), no terminan de corroborar la cantidad de desaparecidos que superan las ochocientas personas y que todavía las familias siguen buscando, y por otro, las pérdidas en la infraestructura productiva y de servicios básicos a la población, que como consecuencia del huracán han sido afectadas total o parcialmente en donde las cifras oficiales aún no terminan por evaluar dada la magnitud del fenómeno.
La dificultad de acceso a los territorios, la posibilidad real de atención a la población por parte del gobierno y de las ONG's, han dejado un sabor amargo que nos sobrecoge en todos los niveles de impotencia y de fragilidad a nivel nacional para enfrentar situaciones de desastre.
No obstante, una breve pero profunda mirada de la situación sufrida, nos debe llevar a plantearnos como vamos a encarar el futuro y que oportunidades y restricciones podemos encontrar. De tal manera, que es necesario evitar a futuro los efectos negativos, en el desarrollo humano, la sostenibilidad del medio ambiente y la producción agraria, dado el compromiso y asignación de los recursos en la reconstrucción, ya que significaría profundizar aún más el deterioro de los sectores sociales más vulnerables.
Para la Universidad Centroamericana representa una tarea inmediata propiciar el debate nacional sobre la incidencia e implicaciones del Huracán Mitch, sobre los medios de vida de la población. Nuestra lectura de esta realidad, está comprometida en la búsqueda de opciones sociales, que sean capaces de dar pistas en la resolución de la problemática nacional, que tenga como finalidad el fortalecimiento mediante el debate permanente, la gobernabilidad y el estado de bienestar de todos los grupos sociales implicados.
Esperamos que mediante el aporte de ideas y propuestas desde los distintos sectores, den luces de esperanza, con la buena fe, de que el impacto del fenómeno meteorológico "Mitch", no signifique ver desaparecer nuestras expectativas de consolidar y articular a la sociedad centroamericana en el fin del presente siglo, aunque resintamos la resaca del Mitch por mucho tiempo.
