Descripción
Dom Pedro Casaldáliga dedica este poema a Mons. Gerardi: “Tu muerte, buen pastor, no ha sido en vano.
Guiados por tu ejemplo, nosotros seguiremos forjando la verdad y la justicia, dando la voz al canto enmudecido, dando esperanza al Pueblo caminante, dando la vida al Reino de los pobres.
Las sombras del poder y la mentira pretenden empañar, inútilmente, la gracia de tu gloria.
¡Ya estás en plena Luz, en vera Paz, y eres la Iglesia viva, la nueva Guatemala!
¡Nadie nos borrará de la memoria tu memoria, Gerardi, mártir de la Memoria! “.