Description
Dom Pedro Casaldáliga dedica este precioso poema a Mons. Romero y le expresa:
“Y supiste beber el doble cáliz del Altar y del Pueblo,
con una sola mano consagrada al servicio.
América Latina ya te ha puesto en su gloria de Bernini
en la espuma aureola de sus mares,
en el dosel airado de los Andes alertos,
en la canción de todos sus caminos,
en el calvario nuevo de todas sus prisiones,
de todas sus trincheras,
de todos sus altares...
¡En el ara segura del corazón insomne de sus hijos! San Romero de América, pastor y mártir nuestro: ¡nadie hará callar tu última homilía!”