El autor inicia haciendo una mirada al problema global de las migraciones. El acompañamiento se hace con empatía pero al mismo tiempo tiene un efecto salvífico y clarificador del paso de Dios por la propia vida y la de los demás: “Dentro de este marco, el presente escrito tiene como base mi experiencia de acompañamiento y trabajo con migrantes en el SJM de Centroamérica, específicamente en Costa Rica. Donde traté de cerca con migrantes residentes e indocumentados en los suburbios de la capital y en la frontera con Nicaragua por el río San Juan. Experiencia valiosa en cuanto me permitió conocer, sentir, reflexionar, tomar postura y sentirme inserto dentro de la misión de la Compañía y de la invitación constante de Dios a acoger y asumir nuestras realidades históricas para convertirnos en sujetos de cambio”.