Descripción
La reflexión teológica ha sido de gran novedad con la acción y la palabra de la mujer en América Latina. La Iglesia latinoamericana ha mostrado un florecimiento admirable con la participación de la mujer. Su creatividad, su espíritu apostólico y su ser mujer han sido una fuerza transformadora de la Iglesia y el pensamiento teológico en nuestro continente. En este articulo la autora expresa su testimonio como teóloga latinoamericana. Su labor como teóloga no se reduce al ámbito universitario, sino que ha compartido toda su riqueza humana y teológica en las escuelas populares de teología pastoral en El Salvador, tierra de mártires y testigos de la fe y la justicia como Monseñor Romero, Rutilio Grande, Ita Ford, Jean Donovan, Dorothy Kazel y tantas mujeres catequistas, cristianas, testimonios vivos del reinado de Dios. La autora dice: “Este trabajo apostólico ha sido y es para quienes nos hemos comprometido con él, una fuente de realización, de liberación, de posibilidades creativas de servicio ministerial en nuestra realidad, punto de encuentro desde donde renovamos la esperanza reiteradamente en esta herencia profética y martirial a la que nos anima la inspiración cristiana de la UCA. Es ésta la inspiración que comparto con alegría y la que me posibilita ofrecer hoy mi propia mirada sobre la participación de las mujeres en el ser y el quehacer teológico en nuestro contexto. El objetivo es aportar una palabra para seguir construyendo nuevas posibilidades que se abren desde una praxis compartida como ésta, apostando por la equidad y la alteridad humana y de género en la vocación de servicio teológico que nos une”.