El autor destaca la importancia de mantener un dinamismo de autoformación permanente para convertirse en muy buenos acompañantes en la vía del Espíritu: "¡La opción por formarse como acompañante espiritual es a la vez una opción para seguir formándose. Sin esta convicción y compromiso no tenemos derecho a seguir acompañando espiritualmente a otras personas que buscan identificarse con Cristo y seguirle más de cerca".