En este artículo el autor narra el itinerario de su vida espiritual, arrojando luces para dejarse conducir por el Espíritu de Jesús y apasionarse por sus cosas, sus proyectos. El autor es un fiel seguidor de Jesús de Nazaret y su reflexión la realiza con la fuerza de su vocación al apostolado social de la Compañía de Jesús: “Lo que escribo lo hago desde mi misión en la Compañía que ha sido en el área social e indígena (y dentro de ella, en la frontera entre las Ciencias Sociales y la Teología) y en la formación de jóvenes jesuitas”.