Descripción
Este artículo es un testimonio de la verdadera transformación que ocurre en la persona que vive los Ejercicios Espirituales, describiendo de manera sucinta y sin ambages el compromiso que suscita este modo de vivir la espiritualidad cristiana: “Siento que este tesoro descubierto desborda mi cabeza, mi corazón, mis manos y pies, que me es muy difícil guardarlo, quedármelo para mí sola, siento que necesito compartir este regalo con otros y otras para que ellos o ellas también lo descubran. Compartir esto no es fácil, diría que hasta complejo, pero ahí voy caminando y creciendo poco a poco, pero en compañía. He iniciado este proceso con mis hijos e hijas, mis hermanas, algunos/as estudiantes, profesores/as y con otras personas cercanas”.