El autor expone con mucha precisión los aportes del Congreso de la vida consagrada celebrado del 23 al 27 de noviembre del año 2004. El lema de este encuentro fue: “Pasión por Cristo, Pasión por la Humanidad". El Concilio Vaticano II abrió la puerta para abordar la vida consagrada dentro de un contexto relacionado con la identidad y la misión de la Iglesia. El Congreso siguió fiel la metodología adoptada por el mismo Concilio y trató de desentrañar los signos de los tiempos y a partir de ellos, descubrir las llamadas que el Espíritu plantea hoy a los consagrados en el mundo. El autor como buen historiador, hace una reflexión bien lograda sobre los resultados de este Congreso de la vida religiosa, e indica, las pautas que se plantean para el futuro a partir de dicho encuentro.