La autora hace una reflexión sobre la Vida Religiosa que pasa por dolorosas turbulencias, sin embargo la historia también muestra que las crisis transforman y generan vida nueva: “Un aspecto decisivo a favor del cambio es nuestra capacidad para pensar, estructurar y vivir nuestra opción desde la perspectiva de género y para superar cualquier forma patriarcal presente tanto en la teoría, el fundamento o visión de la Vida Religiosa, cuanto en las prácticas cotidianas y concretas".