Descripción
A muchos y muchas les ha tocado, por lo menos alguna vez en la vida, emigrar, sea por la causa que fuera. Esta emigración se ha experimentado desde diferentes puntos de vista, desde diferentes emociones, desde diferentes situaciones, desde diferentes maneras de reflejar la fe. Debido a esa pluralidad de experiencias vividas como personas que van caminando-emigrando por la vida con fe, se pretende identificar, a través de esta reflexión bíblica, algunas acciones de Dios que revelan su cercanía y acompañamiento en esos movimientos migratorios.
Sobre todo, se quiere enfatizar la acción de Dios como un Ser que demuestra la más grande amistad y sensibilidad hacia la vida, cuando ella se vuelve "oscilatoria": un ir de un lugar a otro. Esta acción de Dios muestra, al mismo tiempo, el itinerario espiritual de Abraham y todo migrante. Y con esto se quiere creer aún más en el Dios de Abraham y Sara, que se hizo migrante junto con ellos, se hizo cercano y compañero, y hasta hoy mantiene su promesa de estar siempre con todos.
Para lograr este objetivo, se retomarán la historia de Abraham y Sara en el momento en que fueron llamados a salir de su tierra para irse a otra que Dios les mostraría (Génesis 12.1-9 y 15.1-21).