Descrição
Dios es inmutable, nunca cambia. Se ha revelado siempre de la misma manera, es decir, en los acontecimientos y dirigiendo la historia de la salvación. Esos acontecimientos adquieren un significado especial recién después de un tiempo, y cuando, a la luz de la fe, llegamos a descubrir a Dios en ellos. Lo mismo ocurre con las experiencias del pueblo de Israel y de los primeros cristianos, es decir, con los acontecimientos que están registrados en la Biblia.
Cuando la fe descubre a Dios detrás del acontecimiento en el que se ha revelado, ese acontecimiento se carga de significación y es entendido como fundante del presente. Se comprende su sentido a la luz de las nuevas situaciones, es decir, se lo comprende hermenéuticamente.
Este acontecimiento, cargado de significación, es contado a otras personas por los que lo vivieron, así se convierte en palabra oral, y con el tiempo, puede llegar a constituirse en una tradición oral. Esta, a su vez, es releída hermenéuticamente (a la luz de nuevas situaciones). El proceso -iluminado siempre por la fe- se repite una y otra vez, hasta que la palabra o tradición oral se convierte en palabra escrita (tradición escrita). El proceso de relecturas se repite, a la luz de la fe y de las nuevas situaciones, hasta que llegamos a la redacción final de los libros de la Biblia. El próximo paso es la fijación de un canon, es decir, una lista inamovible de escritos considerados por el grupo como sagrados. Ya no es posible cambiar ni los escritos ni el canon, pero siempre es posible releer los escritos (sin hacerles cambios a la luz de la fe y de las nuevas situaciones). La Biblia es el producto de un largo proceso hermenéuíico que se puede ilustrar con el siguiente esquema:
• acontecimiento
• significación (por la fe)
• palabra oral
• relecturas hermenéuticas (por la fe)
• palabra escrita
• relecturas hermanéuticas (por la fe)
• redacción final
• canon
• relecturas hermanéuticas (por la fe)
El estudio del sentido del texto para nosotros hoy, se conoce como hermenéutica (del griego hermeneuo = interpretar, este verbo a su vez viene de Hermes, el mensajero de los dioses en la mitología griega).
La precomprensión son los "lentes" a través de los cuales miramos e interpretamos la vida y todas las cosas. Se van formando (y transformando) a lo largo de nuestra vida por medio de las experiencias, la edad, la educación, las creencias, la cultura circundante, etc. Todos usamos "lentes", incluso los autores bíblicos. La hermenéutica implica ver el texto a través de nuestros "lentes". Partimos de la realidad de hoy para ir al texto con nuestras preguntas y preocupaciones y volver de él con respuestas. Se establece un diálogo, una verdadera circulación entre el texto y el lector, que se conoce como el círculo hermenéutico. Algunos exégetas dicen que se trata más bien de una espiral hermenéutica, ya que vamos creciendo con las respuestas que el texto nos da, de modo que la próxima vez que vamos a él, nuestras preguntas ya no son las mismas, sino que se han enriquecido con los aportes del texto.