Descripción
En los albores del siglo XXI, el mito de la Globalización se esfuma como por encanto sembrando de incertidumbre y desesperanza el nacimiento del nuevo milenio y legando un panorama de inestabilidad y crisis económica internacional sin precedentes, que se profundiza desde principios de esta década luego de la desintegración soviética en diciembre de 1991, inaugurando una secuencia eslabonada de devaluaciones regionales: se inició en México con el llamado efecto tequila en 1995, continuaron en Asia Pacífico con el efecto dragón desde mediados de 1997, en Rusia con el efecto vodka, en agosto de 1998; en Brasil con el efecto samba, en enero de este año, amenazando a China, y debilitando todos los mercados emergentes, sin perdonar las economías más industrializadas como Japón, sumido en una fuerte recesión; Europa, amamantando insegura el recién nacido Euro y donde la fortaleza de la economía norteamericana, aun se lucra del desplome de sus socios y resiste ante la debilidad de los mercados externos.
En la antesala del tercer milenio, mirado desde una perspectiva histórica muy amplia, el siglo XX aparece como un siglo de grandes entelequias —en el sentido formulado por Aristóteles— a este concepto, como "una entidad que tiende a la perfección o ya la ha alcanzado", por ende algo irreal o inexistente, y donde la Globalización, surge como la última entelequia en el ocaso de este siglo.