Descripción
Normalizar el hecho religioso: El fundamentalismo religioso ha demostrado sobradamente sus insuficiencias teóricas y prácticas, y las mismas insuficiencias han demostrado el fundamentalismo laicista. Por eso es hora de conjugar en la teoría y en la práctica el hecho del pluralismo moral, entendiendo bien que pluralismo significa algo más que tolerancia pasiva: significa tolerancia activa, respeto mutuo, disponibilidad a la cooperación para construir un mundo habitable.
En esa doble tarea, que es simultánea, de dar carta de normalidad al fenómeno religioso y de hacer posible que creyentes y no creyentes colaboremos en la construcción de nuestro mundo, tiene la ética civil un papel privilegiado, pero no menos tienen un papel esencial las religiones. Por eso trataremos aquí brevemente sobre cuál debe ser el cometido de la ética civil y cuál el de las religiones en una sociedad pluralista como la nuestra.