Descripción
La pregunta por la acción humana, el esfuerzo de describir en que consiste, prescindiendo o radicalizando muchos de los prejuicios metafísicos que inevitablemente determinan nuestro dar cuenta de ella, es en cierto modo una pregunta radical. Su respuesta envuelve una determinada percepción de nosotros mismos, de las cosas y de los demás, una concepción de la sociedad y de la historia, un replanteamiento de la realidad y del hacer humano, de la reproducción y la transformación social, una apertura a la apropiación de nuevas posibilidades y una crítica radical a la ideología imperante. Quizás este esfuerzo puede producir insatisfacción en la medida en que carece de resultados constructivos. Pero esta falta aparente es, sin embargo, una ventaja real si es cierto que “un solo grano de verdad debe preferirse a toda una cosecha de ilusiones’. Para la transformación de la sociedad en una dirección interesante para las grandes mayorías de la humanidad es imprescindible “arrancarnos de las fantasías dogmáticas y de las ideas extravagantes”. No hay que esperar de estos análisis, recetas, consignas ni mucho menos que sustituyan la riqueza desbordante de la acción misma pero sí que nos pueden permitir al menos descubrir algunas posibilidades.