Descrição
Entre Galilea -periferia carismática- y Jerusalén -centro oficial-, anda la Iglesia. Hay épocas históricas en que ella vive del «sueño de Galilea». Es el tiempo extraordinario, el tiempo del estado naciente (F. Alberoni). Hay otras épocas más prolongadas, en que la Iglesia se encierra en las murallas de Jerusalén, vive segura en sus palacios, e incluso alberga la tentación de establecerse como centro de poder en el templo y asumir el rostro de su pasado judaico. Es ciertamente en Jerusalén donde el caos llega a su culminación. Pero es fuera de sus murallas donde la nueva creación estalla. Jerusalén es el estado normal, el tiempo del gobierno, de la consolidación institucional.
¿Dónde nos encontramos hoy? ¿En Galilea, en Jerusalén? Hace ya tiempo que se han ido frenando en la Iglesia las ansias de soñar, de esperar lo nuevo, de enamorarse de ideales y utopías. Estamos en la Iglesia de los realistas, de los burócratas y buenos gestores. La palabra «profecía» se pronuncia en tono menor. Ante la palabra «carisma» se suscitan recelos o sonrisas irónicas. ¡Ay, qué lejos queda ya Pentecostés! Aquel Pentecostés que se soñó acontecimiento permanente.
La Iglesia está sujeta, bien sujeta. No es el tiempo de las iniciativas, de la creatividad, de la espera gozosa de lo nuevo. Por doquier surgen «prohibido el paso», «no al...». El arte, la teología, la liturgia, el pensamiento se han vuelto cansinos repetitivos, acostumbrados. Es como si el «revival» del gregoriano o de las liturgias imperiales o de los discursos grandilocuentes, fuera ya nuestra única salida.
Se cree en exceso en el poder transformador de la tradición. ¿Nueva Evangelización o revival? ¡Qué bien se sienten en esta atmósfera los tradicionalistas de siempre! Pero hay una generación que fue muy soñadora y se siente hoy demasiado castigada y relegada. Es como si le estuvieran demostrando por activa y por pasiva que todo fue una equivocación. « ¿Socialistas?, ahí tenéis el socialismo» « ¿Apertura, diálogo?, ahí tenéis las defecciones, las salidas». « ¿Liturgias creativas?, ahí tenéis a las masas buscando respuesta a sus ansias religiosas en las sectas». « ¿Teología de la liberación, teología moderna?, ahí tenéis a los Boff, Küng, Schillebeckx, en los márgenes o fuera casi de la iglesia».
La generación que soñaba con la teología de la liberación, o con una teología más dialogante con nuestra cultura, quienes se entusiasmaban ante la lectura histórica del Evangelio, los que veían en la inserción con los más pobres, en las luchas solidarias por los últimos de la tierra, la gran aplicación del Evangelio para hoy, se ven destinados a envejecer sin contemplar la tierra de sus sueños.