Descripción
A primera vista puede parecer algo extraño o periférico hablar de una visión urbana de Ignacio de Loyola. Sin embargo, no cabe duda de que, a causa de su tipo de vida y de su espiritualidad, Ignacio desarrolló una relación específica con el espacio urbano. De manera práctica y a la vez programática infundió esta relación a la Compañía de Jesús que fundó. El comprendió la ciudad como un espacio para la ‘vida buena’ que debe formarse en lo ‘político’; que tiene unas exigencias ‘pastorales’ y que necesita una animación ’mistagógica´; la ciudad es así un espacio para la búsqueda y el encuentro de Dios. Con esto trazó Ignacio implícitamente una ‘teología de la ciudad´. Por esto, lo extraño es más bien que la visión urbana tan clara de Ignacio y la característica urbana en vías de desarrollo de la Compañía de Jesús hayan recibido hasta ahora tan poca atención y estén todavía por descubrirse.
Por consiguiente, en lo que sigue me propongo descubrir el típico modo de proceder ignaciano en su referencia al espacio urbano, valiéndome para esto del extenso cuerpo de las cartas e instrucciones, al tiempo que quiero aclarar también el lugar de este modo de proceder en la historia así como la actualidad de la comprensión cristiana de lo urbano.