Descripción
Hermanos, compañeros de ruta, todos comprometidos con la causa (con el Reino), todos animados por la Esperanza común: a todos, a cada uno, un abrazo amigo.
Aún tenemos la alegría de la Pascua, luego será el "ventarrón de Pentecostés" ¡Vivamos en ellos!
Desde la última carta abierta han sucedido muchas cosas dentro de la Iglesia. Incluso cosas buenas. Ustedes algo saben por los medios de comunicación, aunque tal vez un poco distorsionado. El periodista es peón y el peón no es el dueño del fundo.
Cosas buenas, dije. Efectivamente, algo está oliendo mejor en nuestra Iglesia, además de la sangre de los mártires, la fe de los pequeños y el Evangelio que siempre huele bien. Muchos estábamos aprensivos, cuando el milagro -realista, relativo- sucedió.
Se hizo justicia, aunque un poco tarde, y nuestro Fray Leonardo fue "liberado". La segunda Instrucción de la Congregación para la Doctrina de la Fe, "Sobre Libertad Cristiana y Liberación" es positiva. Aunque ambigua y tímida en algunos planteamientos, constituye un reconocimiento y un estímulo para la Teología de la Liberación y para el caminar de nuestras Iglesias.