Descrição
El texto de este artículo es la Homilía pronunciada en la Basílica por el recién elegido Prepósito General de los Jesuitas ante los participantes de la Congregación General XXXIII.
Reproducimos el primer párrafo: “En esta Eucaristía, que la Congregación General celebra por la reconciliación de todos los hombres en Cristo, el Señor pronuncia sobre nosotros las Bienaventuranzas. Cómo si ellas solas expresaran el sentido de todo lo que Jesús hizo y dijo, las Bienaventuranzas son el único discurso del Señor que San Ignacio hace meditar y contemplar entre los misterios de la vida del Señor (EE.EE. 278). Retomando esta tradición ignaciana, la última Congregación General invitaba a la Compañía a hacer que el Espíritu de las Bienaventuranzas rija todo el servicio de la fe y toda la promoción de la justicia (C.G. 32, D. 42, n. 33). A la luz de los Ejercicios Espirituales, queremos por unos instantes hacer de las Bienaventuranzas oración.”