Descripción
La verdad y el amor se expresan en obras, como señala San Juan en su primera carta, y el sello de la fusión de la verdad y la obra en la praxis cristiana es el amor. Sin dejar de animarnos a este amor tan antiguo y tan fresco, la encíclica nos urge a abordar una nueva praxis en el apostolado social de la Iglesia.
Los campesinos conforman la mayoría de nuestros pueblos. El sistema social de tenencia de la tierra los ha mantenido en la miseria y la opresión. ¿De qué forma la doctrina de la encíclica, ilumina los cambios necesarios?
Lo nuevo de la encíclica: Tan dramática es la transición a la nueva formulación de la enseñanza social de la Iglesia que algunos estudiosos de la encíclica podría representar una ruptura con respecto a la enseñanza tradicional.
La ruptura nace de una creciente identificación de la Iglesia con el trabajador pobre, de la patente crisis de la economía mundial y del propio trasfondo social del actual - Pontífice. Estos tres elementos han permitido la incorporación dentro de la enseñanza de una nueva visión económica más acorde con la perspectiva del trabajador y más crítica de la visión neoclásica y keynesiana. Esta nueva visión - fundamenta el llamado que hace la encíclica a examinar y - transformar las estructuras injustas del mundo contemporáneo.