Descripción
El 1 de mayo de 1981 se cumplió el centenario del nacimiento del P. Teilhard de Chardin. Su influjo, que desborda las fronteras de la Iglesia, es bien conocido. Pero quizás no lo es tanto la dolorosa obediencia por la que, ante la incomprensión de los superiores, probó su profundo amor a la Iglesia. Este testimonio, ofrecido hace tiempo por quien durante años fue su superior inmediato, puede resultarnos hoy bien aleccionador en un contexto en que la obediencia, como expresión de amor a la iglesia, sigue siendo a veces tremendamente difícil.