Descripción
El Magníficat (Le 1, 46-55) se nos muestra como expresión de los sentimientos de María tras el turbador mensaje comunicado por el ángel de la Anunciación y como respuesta directa al elogio que Isabel acaba de dirigirle. Las sencillas palabras en las que María había traducido su fe al aceptar el mensaje del ángel: "he aquí la esclava del Señor, hágase según su palabra", reciben aquí una amplificación lírica que desarrolla sus profundas implicaciones. El mensaje del ángel concernía esencialmente al niño que va a nacer; las alabanzas de Isabel focalizan la atención sobre la madre, y ahora es a ella a quien se le da la palabra: está mejor situada que cualquiera para interpretar lo que le sobreviene.