Description
En presencia de los cadáveres de Maura, Ita, Dorothy y Jean hemos sentido lo que tantas otras veces desde el asesinato de Rutilio Grande hace ya casi cuatro años. Los mártires fueron entonces un sacerdote jesuita, amigo y compañero, y dos campesinos de Agüitares. Los mártires son ahora dos hermanas de Maryknoll, una hermana Ursulina y una promotora social de la diócesis de Cleveland. Entre ambos martirios, una interminable lista de sacerdotes, seminaristas, estudiantes, campesinos, maestros, obreros, profesionales e intelectuales.
Aunque la muerte se ha hecho ya triste compañera del pueblo de El Salvador, cada vez que nos reunimos a despedir a nuestros mártires y testigos de la fe surgen los mismos sentimientos. Por una parte indignación y tristeza, y la oración del salmo: "¿Hasta cuándo, Señor?". Por otra parte la decisión y firmeza, y la promesa del Señor: "Alégrate, Jerusalén. La liberación está cerca".