Presentamos muy condensado la descripción de un método concreto para hacer discernimiento comunitario que hace el jesuita holandés J. Bots.
Pretendemos responder a la siguiente cuestión: ¿Cómo puede discernir una comunidad lo que Dios quiere de ella en una situación determinada? ¿Qué condiciones debe satisfacer el proceso de formación de esta comunidad para poder llegar a una decisión, no bajo la presión de motivaciones racionales o afectivas sino a la luz de la voluntad de Dios que ilumina las inteligencias y los corazones?
Para esto no basta asegurar una buena comunicación entre las personas que componen la comunidad; es necesario además establecer el contacto del grupo con Dios mismo. ¿Cómo lograr esto? ¿Cómo hacer que el contacto con Dios pueda influenciar la decisión común que vamos a tomar, el proyecto comunitario que vamos a asumir, de modo que el resultado final de nuestra deliberación sea realmente la obra de Dios que actúa en nosotros y no únicamente dé nuestra reflexión como grupo humano?