Descripción
Para que la opción por la justicia sea actuante en el discernimiento apostólico es necesario recurrir a mediaciones teóricas que permitan comprender la realidad frente a la que hay que tomar decisiones, Es lo que el P. Moreno trata de justificar en pocas líneas.
En Puebla los obispos latinoamericanos constatan dos hechos fundamentales: que es el nuestro un continente evangelizado, pero que vive al mismo tiempo en una injusticia que es antievangélica. Esta injusticia se manifiesta sobre todo en la creciente brecha entre ricos y pobres, que lejos de disminuir ha aumentado desde Medellín hasta nuestros días.
Esta realidad, vista desde la fe, encuentra su raíz en la presencia del pecado, pecado que se opone a la realización del Reino de Dios. Lo terrible es que esto se da de manera tan extrema en un continente que se proclama mayoritariamente creyente. La fe de la Iglesia no ha sido suficientemente actuante como para traducirse en realización de la justicia, rasgo fundamental de la efectiva soberanía de Dios. Como creyentes que buscamos vivir más consecuentemente con lo que profesamos debemos discernir la calidad de nuestra fe, examinándola desde la perspectiva de la realización de la justicia.