Descrição
Ante todo aclaremos algunos términos. El término POBRE. Entiendo por pobre aquél que carece de los bienes naturales necesarios, especialmente bienes materiales -alimento, habitación, ropa, condiciones sanitarias; también aquél sin acceso a los bienes culturales “alfabetización, educación mínima, oportunidades culturales, mínimum de libertad real, reconocimiento de su dignidad humana. Así pues, no me refiero a los "espiritualmente pobres": los ricos pecadores, los confortablemente egoístas, los opresores. Cuando la Iglesia y la Congregación hablan de los pobres, es claro a quién se refieren.
Por JUSTICIA entiendo no justicia en sentido general, de modo que optar por ella apenas significa nada. Por justicia entiendo una situación estable en que todos los hombres tienen y disfrutan cuanto les corresponde por su dignidad humana, como beneficiarios de la bondad de Dios que crea el mundo para sustento del hombre, como participantes activos en la sociedad y los procesos de producción. Los hombres saben cuándo se viola la justicia, aun cuando no sepan definirla.
Finalmente doy por supuesto que gran parte de esta pobreza es producida por el hombre, al menos por omisión, frecuentemente por opresión activa.