El cambio climático es una amenaza adicional para la sostenibilidad de la pesca. Los impactos que se observan están relacionados como consecuencia del calentamiento gradual y los cambios físicos asociados así como la frecuencia, la intensidad y la ubicación de los fenómenos extremos. Las amenazas resultantes del cambio climático en las pesquerías y en la acuicultura se ubican en el contexto de otras presiones socio-económicas sobre los recursos naturales (FAO, 2008).
La contribución de las actividades de pesca y acuicultura a las emisiones de gases de efecto invernadero generadas durante la producción y transporte, la elaboración y almacenamiento del pescado es, si bien menor, significativa (FAO, 2012).