Descripción
Las constantes metas de la actividad universitaria.
Un escritor nicaragüense ha dicho que “es más difícil ver lo que hay de pasado en el futuro, que lo que hay de futuro en el pasado.”
Es fácil reconocer nuestros errores y detectar sus orígenes; sin embargo, resulta difícil planificar las actividades futuras con la proyección exacta del pasado. La proporción debe ser justa, porque en el pasado está la riqueza de la experiencia.
En este informe deseamos ver lo que hay de futuro en el pasado, es decir, lo que ha sido realizado según nuestros planes anteriores; después del balance que arrojen los resultados, decidiremos lo que aún permanecerá del pasado en el futuro, cambiaremos lo que deba consolidarse.
Nuestras metas universitarias se han ampliado, porque en el planeamiento académico moderno se han roto los círculos convencionales de estructuras rígidas y se comienza a trabajar con mayor imaginación, coordinando la variedad de los llamados conocimientos explícitos aleatorios con la subordinación de los objetivos universitarios.
Sentimos cierto alivio, porque todas estas nuevas corrientes vienen a confirmar nuestra lucha en la planificación contra el virtuosismo de la inflexibilidad que considera que el pronóstico es más importante que el objetivo, y contra el frenesí de la cuantificación que tiende a suplantar la excelencia de la cualificación por la abundancia de la operación.