Descrição
La ética en la formación en finanzas puede ser considerada en dos ámbitos diferentes: las pautas o criterios éticos asumidos por el individuo que actúa en los negocios económicos o financieros y la ética del propio sistema financiero. Es decir, la ética de la persona o la ética del sistema. La ética de la persona individual viene determinada por las convicciones individualmente asumidas, las cuales se derivan de su concepción de la vida, de sus creencias religiosas, de las influencias recibidas en su educación, del influjo de su entorno social. Por el contrario, la ética del sistema no tiene un carácter personal, hace referencia a los valores dominantes en la estructura, a las variables incorporadas a los modelos de optimización de las decisiones, a las estructuras de las instituciones. El individuo puede tener un comportamiento ético, aun cuando esté inmerso en un sistema estructuralmente injusto. Tanto las Congregaciones Generales 34 y 35, como los Estatutos y el Plan Estratégico de Ausjal hacen referencia a este aspecto de la ética del sistema, ya sea de forma expresa, mencionando el término estructura, ya sea haciendo una exposición de las injusticias estructurales del sistema económico-financiero actualmente vigente. En esta conferencia no me voy a referir a la ética individual en la práctica de los negocios que abarcaría temas tales como la veracidad de los estados contables, el cumplimiento de las obligaciones fiscales, la lealtad en las transacciones con proveedores y clientes, el respeto de los derechos laborales de los trabajadores, etc. Pretendo más bien hacer una contribución a la elaboración de un marco ético del sistema financiero. Será una contribución modesta, que no pretende ser completa. Solamente voy a indicar algunos elementos cuya incorporación al sistema financiero contribuirían a su humanización y justicia.