Los hábitos se adquieren durante los primeros años de la vida. La escuela, la familia y la sociedad en general son formadoras de actitudes que se van a manifestar muchos años después. Los niños no son muy conscientes de ello, pero el ambiente familiar y social en el que crecen va a tener una influencia determinante para toda su vida. Los padres y maestros lo saben desde hace muchas generaciones, las autoridades sociales lo están empezando a aprender.