Description
La combinación de lluvia y viento me obliga a correr, pues mi paraguas amenaza con colapsarse, y mi abrigo traiciona con filtraciones. La carrera termina entre un par de enormes columnas que enmarcan entrada del neoclásico museo Ashmolean, en la ciudad centenaria de Oxford. La puntualidad británica permite que a la hora convenida comience la plática programada sobre arte de India, en la cual la investigadora encargada de esa sección nos describe los tesoros ahí presentes, explica su contexto histórico-cultural, religioso, artístico y geográfico, y contesta preguntas de los estudiantes reunidos. Es un viaje a través del tiempo no sólo por el contenido de la charla, sino porque se lleva a cabo en el primer museo en abrir sus puertas al pú- blico, en 1685, cuando era una ecléctica colección de objetos de distintos rincones del planeta y animales disecados, amontonada en una enorme sala de otro edificio de la Universidad de Oxford. Con el paso del tiempo vino una mayor clasificación, y la universidad abrió otros museos especializados en los que repartió algunos de los objetos originales del Ashmolean. Así nacieron los museos de historia natural, de ciencia y el etnográfico.