Descripción
Henri Lefebvre, al profundizar las ideas de Marx, observó a los humanos como entes sociales que producen día con día su propia vida, su propia conciencia y su propio mundo. Consecuentemente, el espacio lo concibió como un entorno construido por todos los que lo habitan con formas no sólo físicas, sino jurídicas, políticas, religiosas, artísticas y filosóficas. Este espacio hipercomplejo ha sido simplificado y puesto en el centro de las modernas teorías de gestión de recursos, sugiriendo que las estrategias locales de gestión pueden ser mejoradas gracias a los avances en las ciencias ambientales, políticas y sociales. Consecuentemente, actores gubernamentales y no gubernamentales e instituciones multilaterales proponen (e imponen) espacios e instituciones “ideales” que, si nos basamos en el modelo de Lefebvre, difícilmente coincidirían con las prácticas y necesidades de los habitantes.