Descrição
Este trabajo aborda al Sistema Estatal Anticorrupción del Estado de Michoacán de Ocampo como un ente complejo, cuyo diseño institucional ha dificultado su adecuado funcionamiento y por lo tanto el logro de los objetivos planteados y los resultados que de él se esperaban cuando fue creado. En este contexto, el diseño institucional del sistema para la lucha contra la corrupción se concibió como un espacio en el que confluyeran una serie de involucrados y en el que se incorporaran las voces ciudadanas que tanto exigían un organismo, autónomo, técnico que coordinara a los entes públicos ya creados y que transitaran por la misma vía. Sin embargo, su diseño ocurrió en un contexto en el que se pensó que solo sería suficiente hacer cambios al marco normativo de una serie de Órganos del Estado para que se ajustaran a la ley del sistema recién creado. Sin duda el principal fallo estuvo en la concepción misma de su diseño, debido principalmente a que no fueron considerados los protagonistas, que, si bien se tomaron en cuenta sus atribuciones, los mecanismos de diseño, implementación y evaluación de las políticas públicas anticorrupción no se armonizaron ni articularon en una política integral, lo cual es garantía en el éxito de abordajes de tal relevancia. La segunda falla consistió en generar a una serie de organismos adjuntos (CPC, CE y SE) al grupo de instituciones (Comité Coordinador) que desconocen en gran medida la misión de estas, sus dinámicas laborales, sus alcances, sus perfiles profesionales, sus procesos y procedimientos técnicos – operativos- administrativos, que al momento de intentar coordinar o coadyuvar con el CC, surgen una serie de conflictos, que en su momento fueron potenciales pero que en la actualidad son una realidad. Con el análisis de involucrados que se presenta, quedan al descubierto, en cuanto a las atribuciones conferidas a los organismos creados exprofeso para el Sistema conforme a la Ley del Sistema Estatal Anticorrupción que es inevitable la duplicidad de funciones e incluso una intromisión en las atribuciones propias de las instituciones integrantes del CC, lo que provoca fricciones al interior del sistema y dilata la concertación de acuerdos. Si bien desde el frente que cada uno de los componentes del sistema atiende, tienen un interés en común, la prevención y erradicación de la corrupción, la concepción de las estrategias, sus instrumentos, recursos, visiones, ámbitos, etc. para lograrlo distan mucho unas de otras. Se concluye que el diseño institucional de la lucha contra la corrupción debe revisarse a profundidad a tres años de implantación en el Estado de Michoacán, reconocer los saberes de cada uno de los componentes, los creados exprofeso y los demás y generar un modelo que facilite la comunicación, y la tan ansiada coordinación que no se alcanza