“Cada época tiene la educación que merece o que necesita” podría afirmarse si se hiciera una visión histórica, en la que sin duda se apreciaría que la educación va respondiendo a los distintos horizontes de significados y valoraciones imperantes en cada momento. No en vano se dice que cada ser humano es “hijo de su tiempo”, y no sin fundamentos se ha escrito mucho acerca de la función reproductora de la educación.