Pensar desde América Latina la transformación de los saberes en la llamada “sociedad del conocimiento” debería implicar como requisito contex- tualizador elucidar lo que eso significa en sociedades que son al mismo tiempo “sociedades del desconocimiento”: del no reconocimiento de la pluralidad de saberes y otras competencias culturales que comparten tanto las mayorías populares como las minorías indígenas o regionales. Saberes y competencias que ni la sociedad ni la propia universidad están sabiendo valorar e incorporar a sus desactualizados mapas del “conocimiento”.