La toma de conciencia de las acciones propias y las implicaciones sociales de ciertas formas de conocimiento lleva a la autora a reflexionar sobre su momento actual como investigadora y su identificación con el magisterio democrático. Considera que ha dejado de objetivar ciertos aspectos de la realidad para centrarse en un determinado tipo de construcción, caracterizado por un posicionamiento revolucionario o radical. En su artículo nos describe la lucha que experimenta en la actualidad por modificarsu relación con los sujetos de estudio: los maestros democráticos. La ruta para no sucumbir a sus relatos y sus verdades inexploradas le ha implicado profundizar en las posibilidades de la reescritura.La autora ofrece los elementos teóricos que permiten entender la transformación de su producción narrativa: de una etnografía “representativa” asume un enfoque etnográfico “dialógico”, que no parte de la plena identificación con los sujetos investigados. En su artículo destaca su tránsito por las diferentes posturas que adopta en su texto: 1) de las prácticas sociales a la representación de las voces; 2) de la recuperación de las voces a las narrativas militantes; y 3) de las narrativas como autocrítica militante a la búsqueda por convertir la postura activista en un posicionamiento radical.