Descripción
Uno de los principales y persistentes problemas nacionales como lo es el centralismo es abordado de una manera clara y sucinta por Ray Bromley. Empieza Bromley por caracterizar al centralismo como "parte del modelo de desarrollo capitalista dependiente seguido con muchas variaciones de forma pero con pocos cambios de fondo por todos los gobiernos peruanos desde la Independencia". A continuación señala que el centralismo "como casi todos los conceptos fundamentales de las ciencias sociales... no tiene una definición precisa y de aceptación universal", pero sobre la base de cierto consenso académico y apoyándose en los conceptos de "centralización"y "desconcentración" lo define (lo conceptualiza) como una cierta concentración de los elementos en discusión en un centro, en menoscabo de una periferia, como resultado de una correlación de fuerzas y poderes favorables a la centralización y opuestas a la descentralización. Como apunte Bromley: "cuando el centralismo llega a ser un problema y característica nacional, refleja una ideología y estructura de poder dominante que es netamente centralista en carácter y una debilidad generalizada de las fuerzas descentralistas".
Aplicando un modelo centro-periferia a la realidad peruana encuentra que el centralismo tiene varias dimensiones: político-administrativa, económico-empresarial, espacial-territorial; diversos elementos siendo la distribución de poderes el fundamental; y varias escalas de análisis: mundial, nacional, regional, departamental, etc.
Luego de describir algunas manifestaciones del centralismo Bromley encuentra que el fenómeno responde a diversos factores que pueden ser listados en seis grandes grupos: históricos, topográficos-climáticos, inseguridades internas y externa del Gobierno Central, dispersión e incoherencia de las fuerzas descentralistas, un reglamentarismo estatal centralizador y actitudes negativas arraigadas basadas en los factores ya mencionados como el desprecio a lo provinciano, lo rural y lo indio, por ejemplo.
Pero Bromley no se queda en el análisis del centralismo, sino que plantea once recomendaciones para la implementación de Gobiernos Regionales en el Perú, los cuales serían un paso muy importante hacia la descentralización; y finalmente añade dos recomendaciones para la reorientación del sistema gubernamental hacia el desarrollo nacional, haciendo énfasis en la importancia de "concebir al sector público con su personal y bienes como un recurso nacional" al tiempo que plantea una política de planificación a todo nivel de gobierno lo cual también supone reorganizar al Gobierno Central.
Su trabajo es pues un importante aporte para no sólo entender al centralismo como un fenómeno de múltiples dimensiones, causas y manifestaciones sino también para empezar a plantear soluciones concretas que puedan señalar un efectivo camino hacia la tan anhelada descentralización. Como el propio Bromley señala: "enfrentar el centralismo es parte indispensable de la transformación del modelo de desarrollo y de la superación del subdesarrollo actual, y no puede haber una descentralización real sin una política integral de transformación y desarrollo".