Tratados de libre comercio al estilo chino: los TLC Chile-China y Perú-China
Description
Chinese-style FTAs in South America have proved to be unique in three respects: first, due to China’s continued classification as a non-market developing economy at the World Trade Organization (WTO), the Chile-China and Peru-China FTAs technically classify as South-South deals. Yet, the nature of exchange between China and these two South American countries is based on a traditional pattern of comparative advantage more akin to North-Southtrade relations at the turn of the 20th century whereby these South American countries export primary goods to China and import manufactures back. In contrast, today’s North-South deals are oriented more toward market access for manufactured goods and the implementation of new rules in the realm of services, investment, and intellectual property. Second, it was this more traditional pattern of exchange, and China’s thirst for the mineral commodities that Chile and Peru hold in abundance, that dictated the terms of both ofthese FTAs from the Chinese angle. Third, in order to secure the supply of these commodities China readily conceded to numerous market access restrictions within both FTAs. This analysis suggests that both Chile and Peru entered these negotiations in search of greater non-mining foreign direct investment (FDI) from China and to increase non-traditional exports to the Chinese market. However, China has thus far shown little interest outside of the mining sector in both countries. In light of these three points, these FTAs with China defy standing explanations for why developing countries would commit to the implementation of a bilateral FTA with a major economic power.Los tratados de libre comercio al estilo chino en América del Sur han demostrado ser únicos en tres aspectos: en primer lugar, debido a la duradera clasificación de China como economía de mercado en desarrollo por parte de la Organización Mundial del Comercio (OMC), los tratados de libre comercio Chile-China y Perú-China técnicamente clasifican como acuerdos Sur-Sur. Sin embargo, la naturaleza del intercambio entre China y estos dos países sudamericanos se basa en un modelo tradicional de ventaja comparativa más afín a las relaciones comerciales Norte-Sur de comienzos del siglo XX, en el cual los países de América del Sur exportan materias primas a China e importan bienes manufacturados de este país. Por el contrario, hoy en día los acuerdos Norte-Sur se orientan más hacia el acceso a los mercados para los productos manufacturados y a la aplicación de nuevas normas en el ámbito de los servicios, la inversión y la propiedad intelectual. En segundo lugar, fue este modelo más tradicional de intercambio, y el apetito de China por las materias primas minerales que Chile y Perú poseen en abundancia, lo que dictó las condiciones de ambos tratados de libre comercio desde la perspectiva china. En tercer lugar, para asegurarse el suministro de estas materias primas, China concedió sin reparos numerosas restricciones de acceso al mercado en ambos tratados de libre comercio. Este análisis sugiere que tanto Chile como el Perú iniciaron estas negociaciones en busca de una mayor inversión extranjera directa (IED) no minera de parte de China, y de aumentar las exportaciones no tradicionales al mercado chino. Sin embargo, hasta ahora China ha mostrado poco interés fuera del sector minero en ambos países. A la luz de estos tres puntos, estos tratados de libre comercio con China desafían las explicaciones actuales sobre por qué los países en desarrollo se comprometerían a la implementación de un TLC bilateral con una gran potencia económica.