Descripción
Si relacionamos el logaritmo del ingreso laboral con los años de educación a través de una especificación “minceriana” tradicional obtenemos que, en el Perú, el rendimiento de un año adicional de educación sería del orden del 10%. En la primera parte de este estudio, sin embargo, encontramos que los principales supuestos que permiten relacionar este porcentaje con el concepto de retorno no se verifican para el caso peruano.
Proponemos hasta cinco estrategias más flexibles para modelar los salarios en función de la educación. Encontramos que cada año adicional de educación puede provocar un incremento en salarios que fluctúa entre 3.5% y casi 30%, dependiendo de si se trata de la instrucción básica o superior, o si estamos hablando de cursar el nivel o completar el nivel. Se confirman dos elementos característicos del mercado laboral peruano: (i) los rendimientos crecientes de la educación (o “convexificación” de los retornos); y (ii) la prima salarial asociada a completar cada nivel de instrucción (o “efecto diploma”). En la segunda parte del estudio, empleamos la metodología de cuantiles para estimar rendimientos diferenciados para la educación superior, distinguiendo entre distintos tipos de instrucción y familias de carreras universitarias. Asimismo, utilizamos los costos directos de la educación y proyectamos los ingresos laborales utilizando un método no paramétrico flexible para hallar indicadores de rentabilidad más precisos, tanto para el promedio del mercado laboral como para diversos puntos de la distribución. Encontramos:
(i) que el nivel universitario y, al interior de éste, las carreras de Medicina e Ingeniería prometen el retorno más alto para aquellos con la habilidad necesaria para ubicarse en el 10% superior de ingresos; también dominan si tomamos en cuenta las pérdidas y ganancias potenciales bajo escenarios más extremos que el promedio; y (ii) que las carreras de Pedagogía y Otras Ciencias de la Salud no han permitido utilizar la habilidad para capitalizar los años de educación y, en términos monetarios, no deberían haber sido atractivas incluso después de incorporar consideraciones de riesgo. Por tanto, otras consideraciones, tales como restricciones financieras, de habilidades, de información y preferencias vocacionales, parecieran ser las razones que explican su alta participación en la fuerza laboral profesional.