Descripción
“Sólo comemos algo una vez al día para que el maíz dure más, pero a pesar de eso, durará muy poco tiempo. Entonces, tendremos problemas”. Estas fueron las palabras de Margaret, quien vive en Malawi, uno de los países más pobres del mundo situado al Suroeste de África. Mientras en algunos países el maíz se ocupa como insumo para producir energía renovable, en Malawi el maíz es su principal cultivo y alimento indispensable para la subsistencia de la mayoría de sus habitantes. Según el último informe IDH de la ONU, la producción de maíz en Malawi está siendo afectada principalmente por sequías e inundaciones, producto de cambios climáticos que han perjudicado al 90% de los agricultores, y han agudizado la situación de sus pobladores. Las Políticas Ambientales Internacionales (PAI) y la utilización de la energía son factores muy importantes para reducir, en países como Malawi, el efecto de cambios climáticos originados por las emisiones de gases de efecto invernadero. El protocolo de Kyoto incluyó estas políticas a través de un acuerdo ratificado por los países emisores de C02, (163 en total), con el fin de establecer límites en las emisiones de gases y de esta manera no perjudicar a futuras generaciones. Los Estados Unidos que es el país que más contamina al planeta de CO2, fue el único país que firmó, aunque todavía no ratifica este acuerdo, por lo que se exime de cumplir sus metas. Esto ha provocado inestabilidad en el cumplimiento global en las metas de muchos países como España, que aumentó las emisiones en un 50% respecto a las de 1990.