Don Pablo Antonio reproduce una entrevista a él efectuada, por una estudiante universitaria, en torno a la dialéctica vinculación entre el desarrollo científico y técnico de la humanidad y su desarrollo moral y cultural. Con singular maestría el Señor Cuadra señala: “Considero que la técnica debe sujetarse al hombre. Que la mano debe sujetarse a la cabeza. Voy a explicarme: El hombre aparece sobre la tierra en posición erguida. Para los evolucionistas el hecho de adoptar la posición vertical es lo que marca el comienzo del hombre. La necesidad de saber - o el fuego del espíritu que enciende en idea en acto de mirar – hizo al hombre levantar la frente. Pero ese mismo movimiento producido por la mente - el acto de erguirse – deja también libres las manos (ya no tiene el hombre que andar sobre ellas como los otros mamíferos) y entonces las manos entran a servir a la cabeza: Exploran, constatan, y cogen los objetos, luego fabrican instrumentos que facilitan la vida y que libertan cada vez más a la mente de las necesidades animales. La cabeza libra a las manos. A su vez las manos van a ser usadas para librar a la cabeza, para darle libertad a la inteligencia.”