Uno de los elementos más importantes en el proceso de desarrollo de América Latina es la política fiscal. Se puede decir, sin mucha audacia, que el sano manejo de la política monetaria, y la eficiente manipulación de la política fiscal, son los dos factores que inciden más directamente en el proceso de desarrollo, desde un enfoque interno de la política del estado.
Existen otros factores, pero son más bien de manufactura externa, por ejemplo, la política de precios a los bienes de el estado no puede controlar, y que sólo pueden ser enfrentados una posición regional, en forma de bloques, o carteles, formados por los países en vías de desarrollo para defender sus productos de exportación, como en el caso de la Organización de los Países Productores de Petróleo (OPEP), o los frustrados carteles del café importación en cuanto a su incidencia en contra del desarrollo, pero éstos son factores que y del banano en las repúblicas centroamericanas y del caribe.
Las políticas monetarias y fiscal sí son de responsabilidad interna de los estados, y en consecuencia su eficiencia depende del esfuerzo y concentración que los gobiernos estén dispuestos a dedicarle a estas dos áreas vitales de la economía.