Descripción
La cualidad extraordinaria del terremoto de Managua, el 23 de Diciembre, no puede residir en su magnitud, mecanismo físico, impacto de la estructura cortical, o multitud de observaciones sísmicas. Un estimado de 1000 conmociones de igual o mayor magnitud ocurren cada año, los trozos de las fallas y sus mecanismos no son excepcionales, y el registro de los sismos es disperso. Lo que trajo al menos 114 geofísicos, sismólogos, e ingenieros a Managua, en el mes siguiente al terremoto, fue la destrucción que éste acarreó, su potencial de repetición, y la esperanza de ganar de la experiencia de Mangua lecciones que podrían reducir las pérdidas por terremoto en cualquier parte del mundo. Nosotros compartimos esta esperanza y consideramos este artículo complementario a la extensa documentación geofísica, científica y de ingeniería que seguramente aparecerá. Pero también enmarcamos nuestra breve y apresurada observación de la respuesta humana en el contexto de las principales preguntas relativas a la investigación de desastres naturales; Cómo los hombres sobreviven y aún prosperan en medios con altos riesgos de nuevos desastres? Cuál es la naturaleza de la respuesta humana a las catástrofes?
(El artículo “Impacto humano del terremoto de Managua“, se publicó originalmente en la Revista “Science• del 7 de Diciembre de 1973, traducción de Humberto Belli Pereira)
Comentario a este artículo de Humberto Belli Pereira “El terremoto, los valores y las normas del Nicaragüense”, en http://165.98.12.83/cgi/users/home?screen=EPrint::View&eprintid=2165#t