Ante el impacto criollista de la literatura de la vanguardia hispanoamericana se desvanecen los matices americanistas, escasos en la primera fase y cada vez más frecuentes en la segunda fase de la poesía modernista. A pesar de la notable incisión o cesura que representa el modernismo entre el esteticismo exótico y preciosista y la poesía íntima y más sobria que vuelve a darse cuenta de su ubicación americana, la mayoría de los críticos literarios conciben el modernismo como un movimiento literario con primordial finalidad y orientación europea y cosmopolita.