Descripción
Se ha hablado mucho del tabú del sexo en los tiempos pasados. Los secretos del sexo se dejaban para la edad adulta. Se ocultaba al niño cuanto al sexo se refería, e, incluso, el nombre era algo que debía decirse con rodeos. En nuestros tiempos todo ese secreto nos parece propio de una sociedad pretecnológica, precientífica, inhibida. Solamente cuando el muchacho ya adolescente tenía que ausentarse de su hogar para hacer el servicio militar, el padre desvelaba un tanto el secreto del sexo, para prevenir al muchacho o a la muchacha de sus peligros. La despedida era algo así como una iniciación secreta, bastante semejante a los ritos de la pubertad en las tribus primitivas.