La revolución demográfica que se está operando en el transcurso del siglo XX en un mundo que se empequeñece constantemente ha dado una nueva dimensión al problema de la pobreza y de la penuria. Se ahonda el abismo que existe entre los países donde la gente come y vive bien y los países donde no se come o se come mal y la gente apenas sobrevive o muere. Se considera que hacia el año 2000 se duplicará la población la población actual en América Latina. En la misma proporción debe acrecentarse el suministro de alimentos. Ante esa gigantesca tarea, a cumplirse en sólo 22 años, las Universidades no pueden vivir fuera del contexto social, deben estar atentas a la evolución de las sociedades de las cuales nutren su diálogo y a las que deben orientar en todas las medidas que tiendan al bienestar de la comunidad.