Descripción
Hay quienes interpretando a la ligera ciertas frases o pasajes, que narran los cronistas españoles, piensan que la conquista en Nicaragua fue un paseo triunfal del conquistador español ante un indio que “de su natura era gente muy mansa e pacífica”. Y efectivamente, a ello dan pie, aparentemente, los relatos de Gonzalo Fernández de Oviedo y Pedro Mártir de Angleria al narrar que, cuando el soldado español apenas ha pisado el suelo nicaragüense, ya entabla el famoso dialogo con el cacique Nicarao y este y el otro cacique, Diriangen, le ofrecen abundantes obsequios.
Sin embargo la realidad nos va a demostrar que tal visión está muy lejos de ser objetiva y podremos afirmar al final de este trabajo, basándonos incluso en la visión de los propios cronistas, generalmente al lado de los conquistadores, que el indio nicaragüense fue rebelde y que la resistencia aborigen tiene en este territorio “un carácter sangriento, tenaz y continuado contra el invasor español”.